¡Hola! este es el capitulo 8 de Aylan. Esperamos que la espera no haya sido muy larga y que disfruteis leyendo :) ¡Esperamos vuestros comentarios!
Me levanto pronto, para poder ducharme antes de ir a clase. Cogo las cosas y me meto en el baño, tardo unos diez minutos en ducharme, más veinte minutos que me quedo pensando bajo el chorro de agua. No paro de pensar en Noa y en lo que le puede pasar si entra en Aylan y la pillan, y también a su amiga, claro. Cuando salgo del baño me encuentro a Dylan durmiendo y roncando de forma exagerada. Le tiro mi almohada a la cabeza, pega un bote y me mira con cara de cansancio y rabia.
- Como no te des prisa llegarás tarde.
- ¿Que hora es?
- Menos veinte, espabila.
- Voooy...
Se levanta poco a poco, demasiado. A este paso no llegamos ni mañana.
- Oye tio, voy tirando que sino llegaré tarde.
- Vale, vale...
Salgo de la habitación y me voy para clase. La mañana se pasa bastante rápido, a la hora de comer entro en el comedor y busco a Dylan con la mirada cuando me encuentro con Noa, que gira la cabeza en mi dirección y se encuentra con mi mirada puesta en ella. Ayer mientras hacía papeleo en Aylan no pude evitar buscar su nombre y ya de paso leerme el informe entero, tampoco tenía nada que hacer... Nos quedamos mirándonos el uno al otro, entonces escucho que me llaman desde mi izquierda, me giro y veo que es Dylan sentado en una mesa, vuelvo a mirar a Noa pero ella está mirando su bandeja mientras remueve la comida. Tengo que ir a por la comida así que voy a coger una bandeja, que está al lado de la mesa donde se sienta ella. Cogo la comida y me voy, mientras paso por su lado Andrew, de mi clase de Algebra, me saluda y yo muevo la cabeza diciendo hola. Cuando me voy a ir la miro de reojo y cuando ya he pasado de largo noto como me mira...
***
Estamos comiendo todos juntos, el ambiente está algo tenso, Andrew y Bibi no hablan entre ellos, yo estoy algo ausente y no hablo mucho, el único que habla es Austyn y Andrew va respondiendo a lo que dice. Estoy mirando a la bandeja la mayoría del rato menos cuando me preguntan algo directamente. Noto como si alguien me estuviera mirando, miro a mi alrededor y veo a Álex con su mirada puesta en mi. Me lo quedo mirando hasta que lo llaman, él se gira y yo vuelvo la vista al plato de lentejas, si es que se le puede llamar así. Lo miro de reojo y veo como se acerca, me pongo nerviosa, ¿y si me dice algo?, mis manos empiezan a sudar, no creo que me diga nada... Pasa de largo y me relajo un poco pero cuando vuelve a pasar con la comida ya en la mano vuelvo a ponerme nerviosa y bajo la vista de nuevo, siento como me mira.
- Hola Álex.- Levanto la vista, ha sido Andrew quien lo ha saludado. Cuando ya se que ha pasado me giro para mirarle mientras camina hacia su mesa.
- ¿Lo conoces?
- Si, va a mi clase de álgebra. ¿Por?
- Eso Noa, ¿no decías que no te gustaba? ¿Porque te importa tanto si lo conoce?- La mato, juro que la mato, ¿tenía que decirlo ahora? ¿Delante de todos? Encima se ríe.
- ¿Te gusta?- pregunta Andrew alucinando.
- No, solo que me ha extrañado que lo conocieras, solo eso.
- Sí, lo conozco.
- Ah...- Se me ha quitado el apetito así que me levanto y cogo la bandeja - Yo ya estoy, os veo luego.
- ¿A dónde vas?
- A llamar a mi madre.
- Vale, luego nos vemos.
Me alejo de la mesa y miro hacia atrás para ver si Álex todavía está. Estoy tan despistada que me choco con alguien.
- ¡Lo siento mucho! - Me disculpo y me pongo colorada, no me atrevo a levantar la vista del suelo.
- No pasa nada, yo también iba despistado. - Reconozco la voz y rápidamente alzo los ojos.
- ¿Álex? Perdona, iba despistada y...
- Oye, ya te he dicho que yo también estaba en otro sitio, no es culpa tuya. Venga, sentémonos en una mesa que para disculparme te regalo mi postre, hay flan.
- Vale, pero solo porque me encanta el flan. - Nos reímos y nos vamos a sentar en una mesa un poco alejada de la gente y cerca de la puerta.
- Toma, pero cometelo tranquila, ¿eh? Vaya a ser que te atragantes.
- Ja, ja, que gracioso. - Me empiezo a reír y él me sonríe. Tiene una sonrisa muy bonita... ¿Pero que digo? Mejor sigo con el flan.
- ¿Ya has acabado?
- Sí, estaba muy bueno, gracias. - Le sonrío.
- ¿Quieres que vayamos a dar una vuelta? Para bajar un poco la comida.
- Vale, pero no podemos tardar mucho que las clases van a empezar.
Salimos del comedor y nos dirigimos a los jardines. Empezamos a caminar cuando él saca el tema.
- ¿Vas a volver a Aylan?
- ¿Ese es su nombre? ¿El de la escuela?
- Si, ¿vas a volver?
- Seguramente...
- No deberías, no sabes lo que hay ahí dentro.
- Pues eso es lo que quiero descubrir.
- ¿Para qué? ¿Qué te importa a ti eso? - Se está empezando a poner nervioso.
- Me importa, eso es todo. No es normal que debajo de una escuela haya un tren subterráneo, ¿sabes?
- Lo se, ¿pero no has pensado que si está escondido y con tanta seguridad es por algo?
- Claro que lo he pensado y algo que está tan protegido es porque esconde algo malo.
- Y detrás de algo malo siempre hay guardias que como te pillen son capaces de...
- ¿De? ¿Qué pasa? ¿Por qué no sigues? Tu eres uno de esos guardias, ¿es qué has matado a alguien o algo? - Su cara cambia, no tendría que haber dicho eso.
- Mejor me voy... - Se aleja. Me siento fatal, no era consciente de lo que decía... Yo también debería irme...
***
Noa me ha dejado a solas con Andrew. Ninguno de los dos ha dicho nada todavía. Supongo que los dos estamos pensando en lo que pasó en el gimnasio.
- Bibi...
- Dime.
- Lo que pasó el otro día... Bueno, yo queria decirte que... - Justo cuando va a terminar la frase noto que algo me cae en el pelo. Me pongo la mano en la cabeza y es flan.
- Uy, perdon, se me ha caido el postre- Me levanto y veo a Monique riéndose en mi cara.
- Te vas a arrepentir de esto. - Cojo un poco de comida y se la restriego por la camisa, su cara en esos momentos era de chiste y no puedo evitar reirme.
- ¿Cómo te atreves? ¡Eres una bruja!
- ¿Yo? ¿Es que no te has mirado al espejo? Ah, no, espera, que no puedes porque se rompe.
- Me das asco niñata.
- Pues mira, ya tenemos algo en común. - Entonces entra el director por la puerta.
- Señoritas, ¿qué ha pasado?
- Nada señor director, es solo que, sin querer, se me ha caido un poco de flan encima de Bibiana y ella me ha restregado su comida en mi uniforme.
- ¿Es eso cierto señorita Lawrence?
- Técnicamente sí, aunque ella se ha reído al tirarme su postre.
- Bien, he tenido suficiente, las dos a mi despacho. - Perfecto, primero no he podido hablar con Andrew y ahora me mandan al despacho con esa tonta de Monique.
- Oye Bibi. - Me giro y Andrew está de pie detrás mío. - Nos vemos en boxeo y hablamos.
- Vale.
- Vamos señoritas, muévanse. - Empezamos a caminar.
Por fin llegamos al despacho del director.
-¿No os da vergüenza comportaros como niñas pequeñas? ¿No podeis madurar?- nos dice el director muy cabreado.
Las dos nos quedamos en silencio, es mejor no llevarle la contraria al director.
-Bueno, como castigo después de las actividades extraescolares que teneis las dos os tocará barrer los pasillos, Monique los de la sección de chicas y Bibiana los de la sección de chicos. Ya podeis iros.
Nos vamos sin hablar, salimos del despacho y cuando llegamos al final del pasillo, lo bastante lejos para que el director no nos escuche, Monique empieza a gritar.
- ¡Todo esto a sido por tu culpa!- me grita Monique
-¿Pero qué dices? Deberías poner a trabajar la única neurona que te queda.
Me voy a mi habitación, no quiero perder tiempo con ella.
***
Llevo un rato en mi habitación sola, alguien entra, es Bib y con cara de enfadada.
-¿Que ha pasado?
- Cuando tu te has ido Monique me a tirado su flan en el pelo, yo se lo he devuelto y el director nos ha enviado a su despacho, tengo que barrer los pasillos de la sección de chicos por su culpa ¡No la soporto! ¡Dios dame paciencia porque si me das fuerza la mato!
- ¿Qué tonterías dices? - las dos comenzamos a reírnos.
- Bueno, voy a ir a la biblioteca a acabar los deberes antes de boxeo, ¿Te vienes?
- No, yo los acabo aquí en la habitación.
- Vale, nos vemos por la noche. - Veo como se va por la puerta.
Me pongo en la mesa que hay al lado de mi cama para acabar los deberes pero alguien me llama al móvil. Descuelgo.
- ¿Sí?
- Noa, cariño, soy yo- Es la voz de mi padre.
- ¿Papá? - no sé cómo reaccionar.
- Me he enterado que has vuelto a inglaterra.